Hace unas pocas semanas me enteré por una amiga común de que nuestro amigo Julio había salido del hospital tras su ingreso por COVID 19. Julio, es uno de esos amigos con los que siempre se puede contar, todos los que lo conocemos lo sabemos. Julio Zarco, presidente de la Fundación Humans, profesor de la Universidad, médico de familia y muchos le conoceréis por ser Exdirector de Atención al Ciudadano y Director de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, pero lo que mejor le define es que es un EXCEPCIONAL SER HUMANO.
Todavía recuerdo el primer día que le conocí yo acompañaba a nuestros amigos de Hemiweb a la recogida de premios de Somos Pacientes. El todavía ocupaba su cargo en la Consejería, me abrí paso ante la multitud con un objetivo claro: que me concediese una cita para poner en marcha nuestra Escuela de Afrontamiento Activo del Niño Jesús, al verme realizar peripecias con mis muletas para abrirme camino entre la multitud que quería hablar con él, no sólo me dio su tarjeta para concretar una cita, sino que me escoltó hacia la salida… Esos pequeños gestos que tienen de forma innata las grandes personas.
Después de nuestra primera reunión, se convirtió en un gran aliado de Convives con Espasticidad y de nuestras Escuelas de Afrontamiento, algo que ha demostrado de forma pública y privada en múltiples ocasiones. Su prólogo para nuestra “Guía práctica de la Autoestima” me emociona cada vez que lo leo.
Lo que muy poca gente sabe es que nos une una gran amistad. De hecho, varias de las conversaciones más transcendentales de mi vida han sido con él.
Antes de esta cuarentena tuve que tomar una decisión personal,quizás, la más dolorosa de mi vida, hasta ahora, y recurrí a su consejo. Él dice que es un hombre viejo yo aseguro que es un hombre sabio. Sabía que mi amigo no me iba a dar una respuesta categórica, no iba a juzgar mis decisiones, pero si me iba a ayudar a pensar en voz alta y a reconocer la respuesta dolorosa que ya guardaba mi corazón. Julio te escucha sin juzgar, te comprende y apoya sin condiciones. Todas esas cualidades convierten su amistad en un verdadero tesoro. Hoy es uno de esos días en los que milagrosamente o mejor dicho, gracias a la terapia no tengo dolor y me apetecía decirte algo que sabes de sobra: Te quiero amigo, y me alegra infinitamente que te estés recuperando en el amor y el calor de tu hogar. Eres de esas personas que iluminan el mundo. Deseando volver a verte, a reírnos, a hablar de los estoicos y tener esas conversaciones tan filosóficas que solemos tener, pero sobre todo de celebrar que toda esta pesadilla ha terminado, con ganas de seguir aprendiendo de ti y de tu ejemplo… ¡De disfrutar de momentos!
¡Por cierto, deseando conocer a tu gran mujer! Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y la tuya, como tú mismo dices, seguro que es increíble.
Orgullo de amigo, persona excepcional… Se te quiere y mucho.