Las tres C claves para brillar como portavoz

Escrito por: ClaudiaTecglen
Categoría: Psicología

La persona portavoz es una persona imprescindible dentro de la organización. Entre sus funciones está la de representar al organismo ante diversos públicos objetivos cómo pueden ser, entre otros:  las instituciones públicas, los medios de comunicación, etc.

Foto de un joven portavoz

¿Que se necesita para desempeñar bien las funciones de representación?

●        Conocer bien  la organización.

●         Tener claro los objetivos de  cada acción en la que participamos.

●         Diferenciar a qué público nos dirigimos.

●         Gestionar nuestras emociones a la hora de comunicar.

●         El lenguaje verbal y no verbal.

●        Saber el argumentario corporativo e interiorizar los valores de la organización. Esto es esencial.

¿Cómo prepararse para estas funciones?

En primer lugar, hay que estudiar los distintos argumentarios de la organización Si no se dispone de uno es imprescindible crearlo. Si desde vuestra entidad no sabéis cómo hacerlo éste es uno de los servicios corporativos que ofrecemos mi equipo y yo.

Muy importante unificar el tono y el mensaje a los distintos públicos objetivos y no sufrir el síndrome de la hoja en blanco.

Las 3 C de la comunicación efectiva

Para ser un buen portavoz tienes que ser un gran comunicador. comunicar no es solo transmitir un mensaje. La buena comunicación se  puede  se sustenta en:

  1. Conectar.
  2. Conocer.
  3. Conmover.

No se puede transmitir un mensaje sin conocer a fondo la causa. Por ello lo primero que debemos hacer como portavoces es formarnos en todo aquello que esté relacionado con lo que defendemos.

 ¿Cómo conseguimos conectar y conmover?

Siempre debemos comunicarnos desde la emoción, representamos una causa social. Para ello, los grandes comunicadores utilizan estrategias como el storytelling. No hay que subestimar el poder de una historia bien contada.  Los datos a los que se les tienen que poner cara y rostro. Es decir, como comunicadores debemos humanizar nuestra causa ponerle rostro y nombre. 

Entradas y cierres espectaculares. La memoria de las personas es selectiva y está científicamente demostrado que lo que más recordamos es el principio y el final de todo proceso. Así que en nuestra charla debemos poner especial atención a estos dos momentos.

 ¿Cómo lograrlo?

  1. Siendo la persona con más energía de la sala.
  2. Hablando cómo a cada uno de los asistentes como si él o ella fuera la única persona en la sala. Las personas recuerdan cómo les hacemos sentir y sobre todo si logramos que se sientan especiales.
  3. Abrir con datos y cerrar con preguntas a modo de reflexión o viceversa. Esto es lo que se llaman captores de la atención.
  4. Intercalando anécdotas.
  5. Cuidando el tono.
  6. Jugar con los silencios.
  7. Fomentando la participación del público.
  8. Escuchando al público no solo cuando hablan sino prestar atención a su lenguaje no verbal.
  9. Hablando desde el corazón usando la cabeza.

Obviamente, algunos de estos consejos son para dar charlas o conferencias, otros por el contrario nos sirven en cualquier contexto.

La importancia del lenguaje no verbal.

Las personas siempre estamos comunicándonos. Dice mucho más un silencio en el momento adecuado que miles de palabras. Según el investigador Albert Mehrabian en la comunicación el 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Este investigador, Albert Mehrabian, asegura que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal.

Algunas claves para un buen lenguaje no verbal.

  1. La cara es el espejo del alma. La mayoría de los gestos faciales son universales para la humanidad.  No te olvides que tu cara tiene que ir acode a tus palabras.
  2. El cuerpo también habla. Tener una postura firme, los brazos relajados, te acercas a tu interlocutor, respetando la distancia personal.
  3. El poder de tu mirada. Las personas podemos fingir una sonrisa, pero no una mirada. El mirar a la cara a las otras personas y mantener la mirada es vital.

Autor: ClaudiaTecglen